¡Au revoir, français!

¡Buenas~!

Como buena filóloga que soy -fingid que me creéis-, este verano decidí apuntarme a una academia de francés para practicar el oral -malpensados, comparto vuestra imagen mental-, pero resulta que el otro día, estando a punto de salir de clase me enteré de que... ¡En agosto no hay clases!.

Y no, no es porque no haya porque cierre la academia por vacaciones. Es que los alumnos se van de vacaciones y, por lo tanto, cierran el grupo de francés. Vaya faena, la verdad. Pues bien, hoy fue mi último día.

Por cierto, la academia en sí me parece un espanto (la siguiente foto la he sacado un poco "destrangis", ya que encima la calle está en obras). Tiene la bandera británica por todas partes y el otro día hasta me fijé en que tenían un cuadro de la reina colgado en una pared, por no mencionar tres televisores con la BBC puesta todo el día y una réplica de la estatua de la libertad al final del pasillo. Bueno... al menos los profes son buenos.

Como siempre, el edificio discreto, en rojo (el rótulo de  "Academia universitaria" es de la competencia xD

Para colmo, como despedida quería comprarme una galleta de carita sonriente (de mis favoritas) en una de las pastelerías de la zona, que resulta ser de las mejores de la ciudad -y de las más caras también-. Al final parece ser que se les habían agotado y hasta el día siguiente no iban a tener.

Así que nada, me despido sin haberme tomado mi galletita. Espero que vosotros hayáis tenido una buena merienda -yo al final me he tomado un batido de chocolate-.

¡Nos vemos n.n!